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martes, 20 de octubre de 2009

La Sunat y el doble boletaje-facturación... y la cárcel

El doble boletaje es una estrategia utilizada por diferentes tiendas quienes además de dar boletas y facturas autorizadas por la Sunat, tienen otro juego de boletas paralelo los cuales son entregados en vez de los autorizados para vender un producto el cual no aparecerá en los registros oficiales.

He visto que algunos negocios dan recibos, guías, boletas de Tacna, etc.

Lo más importante para la Sunat eran las facturas para las empresas, pero no las boletas porque las personas naturales prácticamente no tienen que declararlas... pero eso creían.

La recaudación tributaria está en caida libre y el presupuesto para el próximo año está en grave riesgo. Curiosamente el Gobierno ha acelerado las concesiones y contratos, quizás para tener dinero fresco y disimular el problema económico que no está devorando, más agravado con la caida del dólar.

Y pensar que algunos idiotas querían hacernos creer que somos un superpaís, el único libre de la recesión, que estamos en la Liga de Campeones de la Economía, que podíamos hacer olimpiadas y mundiales y que el dinero nos sobra en los bolsillos, entre otras cosas más que forma parte de las mentiras y el engaño político, que ha continuado desde hace muchos años atrás.

Hace años leía un artículo de León Trahtemberg, cuando aun leía Correo y poco me interesaba las tonterías que decía Aldito, en el cual se hablaba de la macroeconomía y la microeconomía, y la importancia de ésta última porque es la que se refleja en nuestros bolsillos, los bolsillos de la clase media.

Recientemente la Sunat ha emprendido otra campaña absurda y amenazadora. En diferentes diarios sale un ojo malvado y al lado una letras que dice "TE ESTAMOS OBSERVANDO" y cuyo autor es dicho ente recaudador, el mismo que tomó Panamericana en una decisión única en su género y que podría convertirse en un peligroso antecedente por el cual la Sunat tomaría negocios si estos tenían una deuda tributaria.

Asinceramiento. Este país necesita más asinceramiento.

Durante años hemos sido testigos de cómo es que grandes empresas nacionales y transnacionales no le pagan millones de soles y la Sunat se ha quedado con la boca callada. En cambio en pequeñas y microempresas por un pequeño desbalance de 20 solcitos ya están haciendo la auditoría y estableciendo sanciones.

Con los grandes no puede meterse, pero si con los chiquitos.

Los grandes pueden parar a la Sunat con diferentes artimañas y sin temor alguno.

Para los grandes están las exoneraciones, la "reinversión" de capital, el óbolo minero y no el impuesto a las sobreganancias que hacen otros países, el falso discurso del "señores empresarios, inviertan en el país" el cual no deja de ser palabras que se las lleva el viento.

Si los pequeños son sancionados, los grandes deberían de serlo mucho más.

Si los grandes tienen deudas con el Estado, debería prohibírsele participar en otras licitaciones e inversiones mientras no hayan arregado como deberían con el Estado.

En Cusco sentenciaron a una contribuyente con un año de cárcel por defraudación tributaria, inhabilitación para ejercer la profesión durante dos años y algunas otras cosas más. Fue detectada gracias al sorteo de comprobantes de pago. Tal como dice en la nota de Andina:

"Los sorteos incentivan la exigencia de los comprobantes de pago y se utilizan como una herramienta de verificación, ya que los comprobantes depositados son procesados por las áreas de fiscalización del ente recaudador para detectar a aquellos contribuyentes que incumplen con sus obligaciones tributarias"

La Sunat tiene razón en sancionar a esos mañosos que cometen este delito, pero con mayor razón sobre aquellos grandes deudores que son responsables de gran parte de la deuda que en total alcanza los 45 mil millones de soles.

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