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lunes, 1 de febrero de 2010

Caminando poco más de 8 kilómetros: De Cayma al Cercado

El día 11 de enero de 2010 tuvo una mañana nublada. Tenía la esperanza de ver el cielo mesclarze con la tierra. En febrero de 2007 al ir a ver una cabina de internet allá por Chilina recuerdo haber visto esa escena inolvidable. Desde Cayma se podía ver cómo las nubes practicamente habían devorado al Misti y lo estaban haciendo con la parte alta, muy alta, de Selva Alegre. Para mi mala suerte ese día terminé a las 6 de la tarde ya era oscuro. Había estado alrededor de dos horas y media revisando las máquinas y perdí en ese entonces la oportunidad de capturar esas escenas.

Como a la 1 de la tarde estaba caminando hasta la altura del Puente Grau y tomé un taxi en dirección al Mirador de Chilina, logrando ahorrar un nuevo sol a diferencia de tomar el taxi en el propio centro de la ciudad.

Cerca al mirador le pregunté al chofer si conocía una zona más alta para ver, contestándome que había uno a la altura de Radio Azul, mejor dicho de su antena, al cual sólo debería agregar dos nuevos soles más a la carrera. Pagué sin regatear ni reclamo. Los regateadores me dan asco y ser uno de ellos peor todavía. Cuántos vendedores y servidores quisieran personas como yo.

La escena era espectacular, podía ver paisajes que no podía apreciar desde el mirador de Chilina. Para mi mala suerte las pilas ya daban señal de que estaban bajas, así que debía aprovechar el momento para capturar las mejores imágenes con la menor cantidad de tomas posibles.

La zona no es la adecuada para las narices sensibles. Un poblador de la zona me dijo que al parecer había la intención de convertir dicha zona en mirador pero que había problemas porque el terreno tenía dueño, entre otras cosas más. Como no había obstáculo alguno entré al lugar y comencé mi tarea.

Para el regreso pensé si me era mas conveniente tomar taxi o combi. Decidí regresar a pie y aprovechar las posibles fotos que pudiera tomar. Chilina, Carmen Alto, etc. Fueron más de 8 kilómetros que caminé, con la cuesta a favor, llegando al centro justo cuando ya comenzaba a gotear.



































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